miércoles, agosto 29, 2007

El triunfo de Irak

Un pueblo acribillado y aturdido. Destrozado por años de sangrientas acciones de lucha y destrucción infame.
Es mucho lo que se puede decir con respecto a las terribles concecuencias de una guerra. Se puede intentar explicar el por qué se generan o cuales son las motivaciones o ideales en cada una de las trincheras confrontadas. Se pueden dar cifras que indiquen la cantidad de soldados muertos, civiles muertos, familias mutiladas, sangre derramada.
Se habla, generalmente para hacer dolorosamente evidente lo nefasto e inhumano del accionar militar, de los niños que resultan ser víctimas completamente inocentes, niños (como muchos otros en muchas partes del mundo) con cada vez mas escasas posibilidades de realizar sus sueños. Niños, sin ir mas lejos, como nuestros hijos, hermanos y sobrinos, con practicamente nulas posibilidades de educarse, de conocer distintas realidades. Y todos sabemos que el futuro de una nación son precisamente estas jóvenes vidas.
¿No es importante entonces entregar luces de felicidad, esperanza, y la posibilidad de seguir soñando en un futuro mas próspero? Los niños necesitan cada vez mas razones para ser feliz, y dado el caracter de este suceso en esta apesadumbrada parte del mundo, me resulta realmente importante mencionar al fútbol, (motivado en cierta medida por ser un tema antes aludido en este espacio) el deporte más popular del mundo y que a lo largo del planeta a tantas personas nos apasiona y entretiene, como un respiro a un pueblo repleto de dolor, como una bandera que esta vez no flamea como un estandarte de odio y violencia, sino como un ejército de hombres que lo entregaron todo para llevar una alegría a su gente destruída, anulada y cercenada a punta de tanques, rifles y "marines" que permanentemente cubren de temor hasta el último rincón de las vidas de las mas humildes familias.
El triunfo obtenido por Irak, que los deja como la mejor selección de fútbol en toda Asia, le entrega a su pueblo, sobre todo a sus niños, una nueva esperanza que entregaría el deporte, en cualquiera de sus ramas, la ilusión de luchar por su pueblo y por sus propias subsistencias por medio de alternativas radicalmente opuestas a las que ingratamente están acostumbrados.
Intensa y sensiblemente espero que los niños de Irak, al igual que "Los Leones de los dos Ríos", como se conoce a su seleccionado futbolístico, logren algún día conseguir sus aspiraciones y vivir sus sueños, para que de una vez por todas, los cotidianos y atemorizantes estallidos de granadas y coches bomba, se transformen simplemente en ensordecedores estruendos de multitudes gritando un gol, como ese 1 a 0 sobre Arabia Saudita, que por primera vez les permitió sentirse verdaderamente victoriosos. SergioHead.


domingo, agosto 19, 2007

Sin-K-Pital version Simpson



una pequeña humorada de esta bandilla perfectirijilla

el bajista